Spirala
50 minutos
MEMORIAS, UNIPERSONAL.
ES
Lima, Perú 2016.
Teatro Británico.
Como su nombre lo indica SPIRALA es un retorno a la memoria, un camino trazado de fragmentación, quiebre y dinámica. Movimiento y símbolo cósmico que se repite una y otra vez en la naturaleza. Regreso al hogar, centro, núcleo donde las acciones cotidianas dan vida a la verdadera práctica espiritual. El kay pacha (este lugar) que recibe simultáneamente las energías del uku pacha (mundo de abajo) y del Hanan pacha (mundo de arriba).
La danza se da en la memoria del espectador, de manera que las tensiones y fragmentos creados entre el cuerpo de la performer y la mirada externa construyen un constante flujo de sensaciones. Una escalera, una mesa de sacrificio, arena, algodón blanco, ladrillos, son los elementos que componen este recinto sagrado donde se inicia el viaje de retorno hacia uno mismo. Todos somos polvo de estrellas. Espirales en el tiempo y el espacio.
Si consideramos que se trata de interrumpir o cortar la vida cotidiana por su carácter insólito. Y si algunas de las cosas que hemos manejado, sentido, encontrado o amado como gestos, danzas o juegos infantiles pudieron convertirse en hierofanía, sentimos, que vale la pena un retorno, un eterno retorno. Obra seleccionada para TANZMESSE, Dusseldorf, la más importante Feria de Danza Contemporánea a nivel mundial.
EN
SPIRALA
50 MINUTES
MEMORIES, SINGLE PERFORMER.
Lima, Peru 2016.
British Theater.
Spirala is a name that points towards a return to memory and signals a fragmented, broken and dynamic path that leads towards movement and is also a cosmic symbol that repeats itself once and again in nature. It is a return home, to the center, to the core where every day actions make true spiritual practice come alive. A dance is produced in the memory of the spectator in a way that tensions and fragments created between the performer's body and the onlooker's view build a contonuous flow of sensations.
If we consider that it is all about interrupting life fue to its inusual character and if some of the things we have dealy with, felt, found or loved such as gestures, dances, and childish games can turn into hierophany, we can feel worthy of an eternal return.
CONCEPTO Y CRÍTICA
Alberto Servat. Lima, Agosto 2016.
Diario El Comercio.
ES
La lección que nos deja Integro después de treinta años en escena es su autenticidad. Pero no en el sentido de ser una creación única, ajena a influencias y creada a partir de cero, sino más bien entendida como resultado de una línea de trabajo coherente y riguroso, capaz de nutrirse de diferentes estímulos permaneciendo fiel a sus ideas iniciales.
Conociendo la trayectoria de Oscar Naters, su creador, es claro que esta alimentación se ha dado a través de la observación, el estudio y el disfrute. Pero a difrerencia de otros artistas que incorporan alementos de trabajos ajenos a manera de homenajes, cosa que es válida, lo que ha hecho Naters es desarrollar esos conocimientos dentro de una realidad muy particular. La que le ha tocado vivir en un medio como el nuestro. Un medio con enormes dificultades producto de crisis políticas, económicas y sociales, que no amilanaron a gente como él, que siguieron adelante.
Y esa es la condición que convierte en genuinamente auténtico su trabajo. Puede gustar o no. Puede crear vocaciones o despertar rechazo. Pero es una obra perfectamente reconocidble con una autoría de la que no puede desprenderse. Eso es lo que celebramos y que ha sido resumido en una pieza teatral multidisciplinaria que formó parte del Octavo Festival Fusiones Contemporáneas del Teatro Británico, Perú.
Spirala es el título del espectáculo que recoge estas tres décadas de incansable trabajo en términos de danza, actuación, performance, vídeo e iluminación, entre otras disciplinas escénicas. Lo interesante ademáas de la propia ejecución dramática es la nitidez con la que se ha preparado el discurso de la obra. Porque si bien celebra y recuerda la trayectoria de Integro, no se trata de una puesta en escena que recopila determinados momentos que de alguna manera marcaron hitos en la historia de la compañía. Nada de eso. Con la inteligencia propia de sus creadores, Spirala es una propuesta que incorpora todo lo realizado que son esos treinta años de ejecución. De allíi el nombre de la obra, que actúa en espiral retomando elementos del pasado para proyectarlos hacia el futuro y teniendo como presente ese momento sobre el escenario.
La obra se estrcutura a través de una serie de escenas protagonizadas por una sola intérprete. Es Ana Zavala, pieza clave en el desarrollo del grupo junto a su director Oscar Naters, quien asume la responsabilidad de aparecer en escena interpretando a esta mujer o mujeres. Llevando las emociones a través de sus movimientos o incluso inmovilidad.
Su trabajo es muy completo porque abarca una infinidad de emociones que la llevan de un humor a otro. Y allí está lo fascinante, en ese camino que recorre sobre el escenario despertando las más diversas inquietudes en los espectadores. Porque aunque la obra es coherente y tiene una marcada estructura, por su propia naturaleza invita a una y mil lecturas. Sobre todo a partir de la aparición de diferentes elementos que la compañan en escena, desde una escalera hasta la proyección de vídeo. Son instrumentos que acuden en ayuda, pero que en ningún momento perturban ni distraen al obsrvador del principal elemento de expresión de la obra: el cuerpo.
Experiencias valiosas como la labor de Integro, que celebra su permanencia en la escena nacional con Spirala, nos recuerdan que la cultura siempre ha estado allí. Y como en su caso, la logrado prevalecer pese a las inclemencias de un Estado y una sociedad que, por diversas razones, se han mantenido inconmovibles frente a las manifestaciones artísticas. Una actitud que parece podría mejorar.
Por lo pronto, Integro se lanza hacia los cuarenta años con una vocación incuestionable y un panorama que no habríamos vislumbrado años atráas. Y es el desarrollo que la tecnología actual ofrece al teatro multidisciplinario. Y en Spirala asoma de manera nítida a través de un 'selfie'. Tal vez sea un nuevo comienzo.
EN
CONCEPT AND CRITIC
Alberto Servat. Lima, August 2016.
El Comercio Newspaper.
The lesson Integro gives us after thirty years on stage is its authenticity. However, not in the sense of being a unique creation, outside any influence and created from zero, and rather understood as a result of a coherent and severe working line, capable of being nourished by different stimuli remaining loyal to its initial ideas.
Going over the career of Oscar Naters, its creator, it is clear that this nourishing has occurred through the observation, study and enjoyment, but unlike other artists who incorporate elements from strange works like tributes which is valid, and that has made Naters develop such knowledge inside a very particular reality, which he was supposed to live in an environment such as ours. It is an environment with great difficulties, as a result of political, economic and social crisis that did not intimidate people like him who kept on going.
And that is the condition that makes his work genuinely authentic. You may like it or not. It can create callings or generate rejection, but it is a perfectly recognizable play with a responsibility and authorship he cannot come away of. This is what we celebrate and which has been summarized in a multiciplinary play that was part of the Eight Contemporary Fusions Festival of British Theater, Peru.
Spirala is the title of the show, which gathers these three decades of tireless work in terms of dancing, acting, performance, video and illumination, among other scenic disciplines.
What is interesting besides of the dramatic performance itself, is the clarity the speech of the play has been prepared with, although it celebrates and reminds of Integro's career, it is not about a sating that summarized certain moments which in a way marked a milestone in the history of the company. None of that. With the particular inteliggence of its creators, Spirala is a proposal that incorporates all that has been worked in those thirsty years of performance. That is the reason for the name of the play, which spirals taking up elements from the past in order to project them to the future and having that moment on stage as present.
The play structures itself through a series of scenes led by just one performer. It is Ana Zavala, who is the key element in the development of the group along with her director Oscar Naters, who takes on the responsibility of appearing on stage acting like this woman or women. Taking the emotions through her movements or even stillness.
Her work is very complete because covers countless of emotions which take her from a mood to the other. And there lies what is fascinating, in that way she goes through on stage arousing the most diverse concerns in the audience because although the play is coherent and has a marked structure, due to its own nature, entices to one and thousand of reading. Especially from the appearance of different elements that join it on stage, from a ladder to a video projection. Those are instruments that come to the assistance but they do not disturb or distract the observer from the main element of expression of the play at any moment: the body.
Valuable experiences such as Integro's work, which celebrates its permanence on the local stage with Spirala, remind us that the culture has always been there. And such as in this case, it has managed to prevail in spite of the harshness of a state and a society that out of several reasons have remained unshakeable before artistic displays, which is an attitude that could be improved.
For the moment, Integro rushes to its forty years with an unquestionable vocation and an outlook that we would not have glimpsed years ago. And that is the development that current technology offers to multidisciplinary theater. And in Spirala it appears in a clear way through a selfie. Maybe it is a new beginning.